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Sobre la promiscuidad
¿Qué es la promiscuidad y por que las personas son promiscuas?
La promiscuidad es el acto de sostener relaciones sexuales activas con varias personas. Una persona promiscua es aquella que tiene más de una pareja sexual. En la persona promiscua el disfrute sexual se puede ver afectado a causa del amplio número de parejas sexuales que esta sostenga. Estas personas también se arriesgan a contraer enfermedades de transmisión sexual. La ignorancia de pensar que los profilácticos son la salvación de las enfermedades sexuales ha llevado a las personas a lanzarse ciegamente en relaciones sexuales sin pensar en las consecuencias.
Hay enfermedades de transmisión sexual que se transmiten a pesar del uso de profilácticos/condones, tales como:
Verrugas genitales
Hongo vaginal
Ladilla/pulga genital
Herpes
Estas enfermedades se trasmiten por el roce de la piel o sexo buco genital.
Si bien es cierto que el ser humano siempre se ha dedicado a evitar la monogamia, en este siglo, no debe haber excusas para ser monógamo. La clave está en escoger una sola pareja sexual con la cual se puedan hacer realidad las fantasías sexuales. Lamentablemente hemos visto como los hombres y las mujeres confían unos en otros hasta verse infectados con enfermedades venéreas.
El tema de la confianza es uno delicado. ¿Cómo confiar en otro ser humano capaz de mentir igual que tú mismo/a? No podemos confiar en nadie, pues todas las personas terminan traicionándose a sí mismos. Si una persona se traiciona a si mismo/a es capaz de traicionar a cualquier ser humano. ¿En cuantas ocasiones hemos arriesgado nuestra vida confiando en lo que la otra persona dice? Solo para descubrir que las mentiras de la persona en quien confiaste tu vida te han llevado al abismo de una enfermedad incurable.
¿Cuál es el precio de tu goce sexual? ¿Cuán intenso es tu deseo de gratificación inmediata? ¿Eres capaz de acostarte con la primera persona que te sonríe y te jura que no tiene enfermedades, a sabiendas que esa persona practica la promiscuidad?
Para contestar estas preguntas debes inspeccionar tu vida. Realizar que nadie puede brindarte la felicidad, solo tú eres responsable de hacerte feliz. Analiza la última relación sexual que tuviste y piensa si valió la pena arriesgarlo todo por unos minutos de pseudo placer.
Es una realidad que la mayoría de los hombres promiscuos buscan acostarse con muchas mujeres por que no pueden satisfacer solo a una. Este es su mecanismo de defensa para evadir su mísera impotencia, no solo sexual, sino mental. La gran mayoría de estos hombres no son capaces de sostener relaciones sentimentales íntimas sexuales exitosas. Se cierran a esta posibilidad al dedicarse a la “conquista” de varias mujeres, sin poder a penas dedicarse a sí mismos.
Conócete a ti mismo/a debería ser el aforismo principal del ser humano. Pero lamentablemente muchas personas no lo practican en acción. Para conocerte a ti mismo/a debes invertir tiempo en ti. Si inviertes tu tiempo en varias parejas sexuales, entonces, ¿qué tiempo tienes para ti?
¿Acaso no te cansas de las mismas mentiras?
La persona que se dedica a la promiscuidad se odia a sí misma. Es incapaz de satisfacer sexualmente a una sola persona y a menudo tiene trastornos psicosexuales. Estas personas son mentirosas compulsivas, buscan realzar su sentido de autoestima, o al menos de aventura a través del riesgo que conlleva las relaciones sexuales con más de una persona.
Esta es la persona que clama a viva voz: “¡soy libre y nadie me va amarrar!” pero a la vez están controlados por sus propios deseos putrefactos que los llevan a actuar sexualmente irresponsables. Estas son las personas que dicen, estar en busca del placer, pero cuando tienen la oportunidad de sentirlo, son incapaces de experimentarlo, pues ya se han desensibilizado ante los sentimientos de placer sexual. Estas son las personas que buscan corromper a la mujer/hombre monógamo/a, con la intención de contagiarles con su enfermedad. Su enfermedad es mental: es la adicción al sexo a través de la promiscuidad.
Es de suma importancia entender que las personas promiscuas tienen la falsa creencia de que están disfrutando del sexo a plenitud, cuando en realidad no logran alcanzar el clímax y el orgasmo de manera saludable. Estas personas son reprimidas sexualmente y disfrazan su ineptitud sexual con tretas artificiosas imperceptibles para el ojo común.
¿Qué hacer o cual es la solución?
Entendemos que el uso de los profilácticos/condones reduce el riesgo de contraer algunas enfermedades sexuales, sin embargo no es 100% seguro. Existen contraceptivos para evitar tener hijos y también el aborto es una opción. Pero sobre todo antes de sufrir las consecuencias de tus actos debes tomar decisiones de manera racional.
¿Realmente conoces a la mujer/hombre con quien sostienes relaciones sexuales?
¿Qué garantía tienes de que esa persona no está haciendo lo mismo que tú- mintiendo frenéticamente para acostarte con cuanta escoria se atraviesa en tu camino?
En conclusión: escoge una sola pareja sexual, comparte con esta tus fantasías, exploración y placer, pero sobretodo, evita convertirte en parte de las estadísticas de promiscuos/as. Es más fácil escoger una pareja sexual que combatir las enfermedades de transmisión sexual que puedes sufrir a causa de tu estupidez. Es tiempo de ser responsable contigo mismo/a.
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